Cómo una simple foto de la infancia puede revelarte el camino hacia tu verdadero propósito.
Si estás confuso/a sobre tu propósito en la vida o sobre lo que realmente te hace feliz independientemente de lo que sucede alrededor, te propongo algo: vuelve a mirar tus fotos de niño/a.
Hoy volví a ver una foto de cuando tenía cuatro años, una imagen que le pedí a mi papá que me escaneara. Fue tomada con una cámara analógica y, aunque sigue algo pixelada por la calidad, pude ver claramente mi sonrisa. Al mirarla, conecté con esa niña que creció en un entorno sencillo, rodeada de amor y arte. En esa foto estaba junto a mi primer cuadro, mi primera obra: un dibujo que mi papá enmarcó en madera y protegió con vidrio, como si fuera una pieza de un artista.
La foto me ha acompañado a lo largo de los años, pero hoy, al verla nuevamente, me detuve en detalles que antes no había notado. Descubrí que estaba vestida de rojo, el mismo color que hoy define mi paleta y que también está presente en mi vida cotidiana. Curiosamente, llevaba el mismo corte de pelo que adopté este año, sin darme cuenta, como si estuviera volviendo a esa esencia que me marcó, retornando al inicio de todo.
Al observar esta imagen después de 43 años, sentí una emoción profunda. Fue un momento de descubrimiento: me di cuenta de que, aunque tomé distintos caminos en mi vida, he regresado a esa niña, pero ahora con todo lo vivido y aprendido. Hoy, me emociono al ver cómo las dos versiones de mi se encuentran en un instante, compartiendo la sonrisa, la pasión y hasta el look, como si el tiempo solo hubiera sido un hermoso viaje de regreso a mí misma y el arte el puente que los conecta.
¿Y vos?
¿Tenés una foto o un recuerdo de tu infancia que te conecte con quién eres hoy? Te invito a buscar esos momentos que guardan pistas sobre tu esencia y a reflexionar sobre cómo te han influido a lo largo del tiempo. A veces, las respuestas que buscamos están más cerca de lo que pensamos.

¡Nos leemos pronto!.😊
Cariños❤️
Eugenia.