A veces la mente complica lo que la intuición ya resolvió.
¡Hola, buen viernes!
Hoy te quiero compartir algo más personal. Tal vez te identifiques con esto, porque todos atravesamos momentos de cambio profundo, que nos sacuden y nos transforman.
Rompiendo viejas estructuras.
Hace meses que vengo atravesando cambios profundos, rompiendo estructuras y hackeando mi mente, o mejor dicho, desmantelando ese “yo” construido a lo largo de los años.
Al soltar viejas estructuras, me reconstruyo y me redescubro. Pero también me estoy creando de nuevo.
" En cada cambio profundo morimos y nacemos. Y con esa muerte vienen quiebres, decisiones difíciles y aperturas a lo desconocido."
No es casual que en este tiempo haya tenido sueños que me hablan desde el subconsciente. Hace tiempo les doy importancia, los reviso y los interpreto, como ya te he contado en otra oportunidad.
Soñé que estaba en un ascensor y que de pronto caía por cierto peso acumulado en un piso superior. No solo el ascensor se desplomaba, sino que el suelo entero colapsaba. Solo atiné a decirles a quienes estaban conmigo que nos sentemos en el suelo y esperemos el impacto.
Pero cuando el ascensor frenó, no hubo golpe, solo una detención suave.
El miedo a saltar... y la sorpresa al aterrizar
Así me sentí después de tomar la decisión de dejar el trabajo en ingeniería, donde pasé estos últimos 12 años. Fue difícil, porque implicaba sumergirme en la incertidumbre, pero al mismo tiempo fue liberador. Ya no quería seguir en un camino que no era el mío.
"La vida es para explorar, no para quedarse con las dudas."
Una parte mía seguía aferrada a lo seguro, a lo conocido, a una base que me daba tranquilidad… pero al mismo tiempo, ese mismo lugar lo sentía hace tiempo ajeno, como una cárcel que me paralizaba mi creatividad. Durante mucho tiempo lo analicé desde todas las perspectivas posibles, intentando encontrar la salida . Pero cuanto más lo pensaba, más atrapada me sentía en un bucle mental que no llevaba a ningún lado.
Hasta que lo entendí: a veces, la mente complica lo que la intuición ya resolvió.
Pensamos demasiado, analizamos todas las variables, buscamos certezas... cuando en realidad, la respuesta más simple y honesta ya está en nosotros.
Tomé la decisión y, al hacerlo, me di cuenta de que no fué difícil. Simplemente había que hacerlo, confiando a pesar de no saber cómo se desencadenará todo más adelante.
Y no solo el ascensor no se estrelló, sino que frenó suavemente. Y, además, surgieron oportunidades.
Un nuevo camino, un nuevo viaje
Cuando abrí la puerta, vi un mundo nuevo: incierto, desconocido, a veces inquietante, otras tranquilo. Pero nuevo. Y lleno de vida y de libertad.
El martes vuelo a Londres, una de mis ciudades favoritas, por tercera vez. Voy a recorrer ferias y muestras de arte, a hacer salidas fotográficas y a volver a conectarme con la no-planificación y la no-seguridad.
Como en mi viaje de 2023, donde sin pensarlo nació Atemporal, la obra fotográfica que tantas emociones y experiencias hermosas me regaló.
Voy a dejar que la intuición, el mar de incertidumbre, el caos como parte del equilibrio y mi alma inquieta, junto a mi cámara, me sorprendan de nuevo.
Aprendiendo de la vida y de mí misma.
"Porque la vida es movimiento. Nada es estático. Ni siquiera la fotografía que congela un instante, porque cambia con cada mirada."
¿Y vos?
¿Hubo alguna vez un salto que parecía al vacío, pero en realidad era el comienzo de algo más grande? Te leo en los comentarios. 💬
Cariños ❤️
Euge.





